LA ESTACIÓN QUE SE IMPONE

Ayer a pesar de estar de vacaciones, de los que se supone te levantas tarde, duermes todo lo que no haz hecho durante el año y tus actividades comienzan cuando el sol ya está por encima de tuyo, me ofrecí con todo el ánimo para hacer trámites desde muy temprano en la mañana. Estaba nublado, corría una brisa fría que le pone la piel de gallina hasta al más acalorado. Entonces para solucionar esta sensación, me coloqué un jersey, o un polerón, como le quieran llamar, aunque lo llamo así por el tipo de tela, de las que hay de dos tipos, 50% hilo-50% poliéster o 50%algodón-50%poliéster, ambas bastante livianas, versátiles y cómodas.  El frío no cesó, al cabo de un par de horas, la brisa fresca cambió a un leve pero muy tibio viento y con el sol que nació de entre las nubes la piel de gallina paso a estar bastante suave y las gotas de sudor eran imposibles de intentar secar. Entonces me quedé pensando ¿cómo me visto para estos días? Especialmente que marzo está más que encima y esta media estación será pan de cada día.

El calor de lo nuestro

A nadie nos cabe duda que este verano ha hecho mucho calor, quizás algunos añoramos el frío que nos estremece, la nariz tan helada que nos llega a doler, pero lo más importante, la ropa de invierno, sentir el calor de un buen tejido, sentir las texturas de las telas. Si eres como yo, entonces quizás tu destino para las vacaciones es el sur, los paisajes verdes y el olor de una estufa a leña junto a una taza de café de grano con higos secos y quizás un pan amasado con mantequilla de campo, pasear bajo la lluvia mientras recorres bosques o pasas por vitrinas de tiendas con hermosos tejidos a telar. Precisamente lo último me sorprendió bastante en Ancud, en la isla grande de Chiloé, en la tienda-atelier de Temporal Vestuario de la diseñadora Karen Subiabre, quién realiza prendas en tejido a telar, tejido a dedo y fusión, fieltro y aplicaciones de madera, cuero y tachas en bolsos, abrigos, tapados y los precios van entre 3.000 y 60.000.